11 errores comunes de UX que todo diseñador debería conocer

Una de las mejores maneras de reducir la tasa de rebote y aumentar las conversiones es evitar estos 11 errores comunes de UX.

Puede que no lo parezca al principio, pero el diseño UX es tan crítico como el código que alimenta las aplicaciones de su empresa. Si no presta especial atención al aspecto y la sensación de su producto, podría perder muchos clientes potenciales.

Si ha pasado algún tiempo trabajando en la industria del diseño, sabrá que es fácil cometer errores. Sin embargo, algunos errores son mucho más comunes que otros.

Se ha elaborado este post para destacar algunos de los errores más comunes que cometen los diseñadores, y cómo evitarlos.

Estos son algunos de los errores más comunes que muchas empresas cometen al diseñar sus productos:

Error #1: Onboarding de los usuarios

Los onboardings pueden ser algo complicado. Para muchos usuarios, son un proceso opcional – uno que las empresas deberían sentirse libres de omitir. Pero a pesar de su creciente popularidad entre las empresas que buscan nuevos clientes, el onboarding sigue estando plagado de problemas.

El mayor problema que encontramos a menudo es que muchas empresas intentan incluir más de un flujo de onboarding en su aplicación; esto crea confusión y suele ser un error. Sin embargo, si lo piensas bien, esto es solo la punta del iceberg. Muchas empresas están añadiendo onboardings sin entender realmente cómo funcionan y si los usuarios realmente se comprometen con ellos.

Afortunadamente, hay una mejor forma de hacer el onboarding a tus usuarios.

Una solución mucho mejor es un onboarding corto y centrado que guíe a los usuarios a través de todas las tareas básicas necesarias para empezar a utilizar su aplicación.

Esto significa que cuando un usuario se registra por primera vez en una aplicación o utiliza su servicio, le ayudará a entender lo que tiene que hacer lo antes posible y le dará las herramientas necesarias para hacerlo.

Para ello, el onboarding debe seguir el flujo de usuario básico, y solamente el flujo de usuario básico.

Esto significa que debe cubrir las siguientes etapas:

Proceso de identificación y registro. Responder a las preguntas críticas relacionadas con el uso (por ejemplo, ¿por qué me resulta útil esta aplicación? ¿Qué podré hacer con ella?) e incorporar a los usuarios a la aplicación Proporcionar un conjunto de herramientas para que los usuarios trabajen con ellas, por ejemplo, ¿cómo puedo etiquetar y organizar los elementos? ¿Cómo añado los elementos?

Para ilustrar mejor cómo funciona esto en la práctica, consideremos una aplicación SaaS llamada “Task Inbox”. El objetivo de Task Inbox es facilitar a los usuarios la organización sobre la marcha y ayudarles a hacer las cosas con el mínimo esfuerzo. Lo consigue con una aplicación móvil que permite a los usuarios añadir rápidamente las tareas que necesitan hacer y asignarlas a diferentes proyectos.

Para empezar, los usuarios visitan el sitio web de Task Inbox y se registran. A continuación, se les pide que elijan los proyectos en los que quieren trabajar, lo cual es importante porque les ayuda a mantenerse organizados y concentrados.

Si este proceso le resulta familiar, es porque sigue el mismo tipo de embudo que se encuentra en la mayoría de las aplicaciones SaaS de éxito, como Buffer y Slack. La diferencia clave con este tipo de embudo es que garantiza que los usuarios sean realmente productivos una vez que utilizan la aplicación.

El onboarding se centra en las tareas críticas para que los usuarios entren o empiecen a usar tu app y sepan qué hacer cuando se registran por primera vez. El uso adecuado de un proceso de onboarding puede eliminar gran parte de la fricción entre el registro y la puesta en marcha de tu producto.

Error #2: Confundir UX con diseño

Cuando hablamos de diseño, no solamente nos referimos a su aspecto, sino también a su funcionamiento.

Esto se debe a que muchas empresas cometen el error de pensar que la usabilidad se refiere a cómo se ve o se siente algo. Sin embargo, la usabilidad es algo más que la estética; también se trata de que las cosas sean fáciles de leer y entender. Por eso, cuando se trata del diseño, la clave para crear una interfaz fácil de usar es centrarse en los elementos básicos.

Estos elementos constituyen la base de un diseño funcional e intuitivo. Dicho esto, si te centras en los elementos adecuados y creas una buena experiencia de usuario, no puedes equivocarte.

Entonces, ¿cómo se hace esto?

Como con muchas cosas relacionadas con el diseño y la usabilidad, siempre es mejor empezar por lo más sencillo. Empieza por centrarte en lo que es importante y entender cómo van a interactuar tus usuarios con todo lo demás.

Esto significa identificar las características principales y asegurarse de que son fáciles de entender y utilizar. Cuanto más sencillos sean estos elementos, mejor será su interfaz.

Error #3: “Hacerlo todo”

Uno de los errores más fáciles que vemos cometer a las empresas es que está hecho y completo si construyen algo. Esto puede dar lugar a muchos problemas, sobre todo cuando se lanza una aplicación o un sitio web sin hacer pruebas. Y se debe a que la mayoría de las empresas no hacen suficientes pruebas antes de lanzar su producto. La buena noticia es que hay montones de herramientas y recursos diseñados para ayudarte a descubrir los errores que puedes dejar escapar.

Sin embargo, todavía hay un montón de otras características en la mezcla. Afortunadamente, al igual que los recursos de diseño como Bootstrap o Material Design, existen recursos que pueden ayudarte a crear diseños dinámicos con clases básicas y patrones populares.

Estos están construidos principalmente en torno a técnicas probadas para crear interfaces digitales que capturan la atención de las personas y les ayudan a ver lo que necesitan hacer de inmediato.

Lo bueno de este enfoque es que facilitará la identificación de elementos de diseño adicionales que aún faltan o que deberían mejorarse a medida que se empiece a utilizar.

Error #4: Construir un equipo de UX poco convincente

Dejando el diseño fuera de la ecuación, una de las mayores formas en que las empresas pueden estropear una aplicación es no recoger adecuadamente los comentarios de los usuarios.

Como hemos comentado anteriormente en este post, cuanto más tiempo se dedique a las pruebas y a la validación, mejor será la UX general de la aplicación. El problema es que la mayoría de las empresas o bien no hacen suficientes pruebas o no hacen un buen trabajo cuando las hacen.

Muchas empresas no tienen un equipo de UX bien formado o no lo ponen en práctica. El problema de esto es que puede dificultar la construcción de una aplicación que se alinee con las necesidades de sus usuarios y su experiencia, lo que en última instancia afecta a su usabilidad y utilidad.

La única forma de evitar este inconveniente es asegurarse de que se cuenta con un equipo dedicado a la experiencia del usuario. La mejor manera de hacerlo es contratar a un especialista en UX que se dedique al negocio. Esto significa que cuando las ventas no les impulsen, se centrarán en crear una aplicación que se alinee con la visión de la empresa.

No se puede subestimar el impacto que esto tiene en cómo los usuarios sentirán y experimentarán su aplicación.

Error #5: Construir para una sola plataforma

La industria de la tecnología se ha entrelazado tanto que es difícil para cualquiera mantenerse al día con lo que la gente quiere usar y ver a continuación.

De hecho, muchas de estas nuevas tecnologías se crean como alternativas más robustas a las anteriores. Como resultado, muchas empresas centran su atención en una sola plataforma o sistema operativo para construir su producto.

Vemos que muchas empresas cometen este error todo el tiempo.

Piensan que construir y lanzar su aplicación en una sola plataforma es suficiente porque es donde están la mayoría de sus usuarios. Luego, de repente, se dan cuenta, meses después, de que tienen que pasar de una plataforma a otra, lo que puede ser extremadamente costoso en términos de tiempo y dinero, por no hablar de los recursos necesarios para hacerlo correctamente.

Por eso, no basta con tener un buen equipo de diseño detrás de tu producto, sino que también necesitas a los expertos técnicos adecuados que te ayuden a construir para el futuro.

La clave para evitar este problema es pensar en el futuro. Hay que saber lo que se avecina y estar preparado para ello. Cuanto más ágil sea el desarrollo técnico, más adaptable será su aplicación. Asegúrese de que su equipo está preparado para el reto antes de lanzar un nuevo producto o servicio.

Error #6: Ser demasiado cliché

Por último, uno de los mayores errores que vemos que cometen las empresas es que no investigan lo suficiente para ver lo que ya existe. En muchos casos, esto se debe a que están tan centrados en dar a conocer su producto o en probar algo nuevo que se olvidan de lo que están haciendo sus competidores. Como resultado, pueden acabar cometiendo el error de utilizar las mismas tendencias o métodos de diseño que los demás.

Esto puede hacer que su aplicación parezca poco original y aburrida. En lugar de perder el tiempo centrándose en las tendencias, las empresas deberían buscar formas de destacar y crear algo nuevo. Aquí es donde entra en juego la investigación del diseño, ya que puede ayudarte a descubrir lo que la gente quiere de tu producto o servicio y lo que estás haciendo bien, o mal, actualmente.

Lo bueno de emplear la investigación de diseño es que no sólo te ayuda a evitar los clichés, sino también a mejorar la experiencia general del usuario de tu aplicación. Esto se debe a que podrás identificar las áreas en las que necesitas mejorar antes del lanzamiento de tu aplicación o en las que la experiencia del usuario podría mejorarse desde una perspectiva de UX o de diseño.

Error #7: Carecer de un objetivo o propósito claro

Los estudios han demostrado que los seres humanos son seres intrínsecamente impulsados por objetivos: todo lo que hacemos en la vida tiene un propósito. Trate de establecer un objetivo principal para su producto y parta de ahí. Una vez que haya averiguado el objetivo, será más fácil decidir qué elementos de diseño son cruciales para su éxito.

Error #8: No involucrar a las personas adecuadas

Si no involucras a personas que saben de lo que hablan, lo más probable es que nunca consigas un producto que funcione tan bien como debería. Obviamente, no todo el mundo tiene años de experiencia en el diseño de productos, así que intenta encontrar algunos profesionales que puedan ayudarte con tu proyecto. Puede ser un par de manos extra o una perspectiva fresca de alguien que haya trabajado antes con su mercado.

Error #9: Usar las fuentes equivocadas

Este es probablemente el más común y el más importante de todos. Cuando se trata de fuentes, es una buena idea mantenerlas simples pero legibles. Aunque quieras que tu fuente sea bonita, las fuentes rebuscadas harán que los usuarios no se sientan interesados. Intenta utilizar un tipo de letra que sea fácil de leer y de ver.
los ojos.

Error #10: Poner su proyecto en espera por demasiado tiempo

Muchas personas empiezan a pensar en su próximo producto antes de terminar de implementar el actual. No dejes que esto ocurra. Tómate siempre un descanso y piensa en algo nuevo: es importante aprovechar que ya tienes algo con lo que los usuarios pueden relacionarse.

Error #11: Hacer demasiado a la vez

La parte más difícil del diseño de un nuevo producto es concebir una idea totalmente nueva desde cero. Si no sabes hacia dónde quieres ir, lo mejor es dejar que otras personas te ayuden a averiguar cosas como la función y cuántos detalles son necesarios. De este modo, tu producto será sencillo, pero no tan simplificado como para que le falten los detalles que lo hacen atractivo.

Conclusión

Ahora que hemos cubierto todo lo que conlleva la creación de una aplicación, es el momento de hacer un balance de lo que hemos aprendido. Lo bueno de una aplicación es que no tiene que ser tan grande y compleja como un sitio web. Sin embargo, muchas empresas siguen centrándose en las cosas equivocadas.

Cuando construyen sus aplicaciones, se olvidan de una gran experiencia tanto para los usuarios como para los clientes. La realidad es que si estás construyendo una aplicación, probablemente no vas a cometer todos los errores anteriores.

No cometer estos errores tampoco significa que estés preparado para el éxito. Incluso si puedes evitarlos, todavía se necesitan muchos recursos y tiempo para construir una gran aplicación. Las empresas que no ven más allá de lo evidente son las que acaban fracasando con sus aplicaciones.

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